lunes, 26 de agosto de 2013

ORADORES ROMANOS

DEMÓSTENES:





(Atenas, 384 a.C. - Calauria, actual Grecia, 322 a.C.) Político y orador ateniense considerado el mejor orador de la antigua Grecia. Proveniente de una familia de empresarios ricos, perdió a su padre a los siete años y sus tutores Áfobo, Demofonte y Terípides abusaron de su patrimonio, por lo que, al acercarse a la mayoría de edad, hubo emprender largos procesos judiciales para conservar algo de su fortuna.
Según la biografía escrita por Plutarco, su admiración e interés por la oratoria se habría despertado cuando su pedagogo lo introdujo clandestinamente en la Asamblea, donde fue testigo de una brillantísima autodefensa del estadista Calístrato. Discípulo de Iseo, leyó las obras de Isócrates y ejerció en su primera juventud la profesión de logógrafo. Superó con esfuerzo sus dificultades para la oratoria por medio de ejercicios de declamación.
A partir del año 354 a.C. intervino en asuntos políticos y se hizo famoso por sus discursos. Entre los primeros destaca Para los megalopolitanos, que atrajo la atención de los atenienses sobre el peligro que representaba el poder de Esparta. Denunció la ambición de Filipo de Macedonia en las famosas Filípicas, discursos pronunciados durante un largo proceso en la asamblea ateniense. Es en las Filípicas donde se inicia la oratoria mayor de Demóstenes. Mientras en sus comienzos era aún perceptible la influencia de Isócrates, su estilo muestra ahora una mayor riqueza de variaciones frente a la regularidad del período isocrático.
La serie se inicia con la Primera Filípica (349 o 351), un enérgico llamamiento a los atenienses. Entre 349 y 348, cuando Atenas concertó una alianza con la Calcídica para luchar contra Filipo, pronunció las tres Olintíacas, en que urgía a los atenienses a ayudar a Olinto; ello no evitó, sin embargo, la destrucción de la ciudad aliada. Demóstenes, que en 346 formó parte de la embajada enviada para tratar la paz con Filipo, pronunció en 344 otro llamamiento contra las pretensiones del rey de Macedonia en la Segunda Filípica. Tres discursos del año 341 dan testimonio de su máxima actividad como orador: la Tercera y la Cuarta Filípica y Sobre la situación del Quersoneso, una de las obras maestras de su oratoria.
En el 340 a.C. dejó la oposición y pasó a ser jefe del partido dirigente. A lo largo de la década siguiente intentó ser coronado por sus méritos cívicos, pero Esquines se opuso a su propuesta y Demóstenes terminó siendo condenado al exilio. La hostilidad entre ambos oradores culminó en 330 en un gran proceso político. Demóstenes respondió triunfalmente con su discurso Por la corona. Esta demolición del adversario e inteligente apología de la propia actuación política está considerada la obra cumbre de su oratoria.
Tras la muerte de Alejandro Magno (323 a.C.), Atenas, Argos y Corinto se sublevaron contra la hegemonía macedonia. Demóstenes regresó a su patria y fue acogido triunfalmente, pero la derrota naval en Amorgos y la terrestre de Cranón dieron al traste con los sueños de los sublevados. Demóstenes tuvo que huir a la isla de Calauria, donde se suicidó por envenenamiento para no caer en manos de los agentes de Antípatro.

Aunque Demóstenes fue ante todo un hombre de acción, que luchó para que Atenas recobrase la hegemonía y contuviera el avance de Filipo, la posteridad lo ha ensalzado siempre como brillantísimo orador. La fuerza de sus discursos (de los que se conservan unos setenta) y la precisión de sus argumentos, con pocas figuras retóricas, le otorgan una originalidad excepcional. Como otros maestros de la prosa, Demóstenes pone especial cuidado en la estructura rítmica al final del período; ya en los comentarios de la Antigüedad se destacaba que la eficacia de su oratoria reside, en gran parte, en el ritmo.

LUCIO CRASO


Marco Licinio Craso (en latín, Marcus Licinius Crassus;1 ca. 115 a. C.–Junio de 53 a. C.) fue un relevante aristócrata, general y político romano de la era tardorrepublicana, más conocido como Craso el Triunviro. En la batalla de la Puerta Colina se distinguió en el mando el ala derecha del ejército de Sila. Además aplastó la revuelta de los esclavos liderada por Espartaco.
La importancia de Craso en la historia mundial proviene, sin embargo, del apoyo financiero y político que brindó al joven y empobrecido Julio César, apoyo que le permitió embarcarse en su propia carrera política.
Llegó a un pacto secreto con Cayo Julio César y Cneo Pompeyo Magno, el llamado Primer Triunvirato, para hacerse con el poder en Roma. A pesar de su proverbial riqueza, ansiaba la gloria militar, y por ello lideró una campaña contra los partos en la que encontró la muerte, junto a su hijo y varias legiones, en la batalla de Carras.
Marco Licinio Craso era el tercero y menor de los hijos de Publio Licinio Craso Dives, cónsul en 97 a. C., a cuyas órdenes luchó en el ejército. El mayor de sus hermanos, Publio, murió durante la Guerra Social, en tanto que su padre y su otro hermano, Lucio, fueron víctimas de la sangrienta represión de Cayo Mario y de Cina cuando Marco Craso era aún joven. Para escapar de la muerte, buscó refugio en Hispania (85 a. C.), donde, aprovechando las clientelas que su padre había extendido durante su gobierno en la Hispania Ulterior, reclutó un pequeño ejército, poniéndose a las órdenes de Sila cuando éste volvió a Italia como legado o prefecto.
Se destacó en la Primera Guerra Civil, y muy especialmente en la conocida Batalla de la Puerta Colina (1 de noviembre de 82 a. C.). Las proscripciones que siguieron al establecimiento de la dictadura de Sila le enriquecieron extraordinariamente. A partir de entonces quedó de manifiesto su habilidad para los negocios. Negociando, especulando y extorsionando, reunió una enorme fortuna con actividades tan variopintas como casas de prostitución o brigadas de bomberos.2 Cuando le procesaron por acostarse con una virgen vestal, un crimen brutal, le absolvieron por justificar que se acostó con ella para arrebatarle su propiedad y el jurado obviamente le creyó. Buena parte de su fortuna fue invertida con fines políticos, extendiendo las clientelas populares, facilitando préstamos a familias nobles en difícil situación económica y manteniendo buenas relaciones con los núcleos capitalistas del orden ecuestre. No se arriesgaba a dejar sus huellas en ningún asunto, sino que empleaba intermediarios para que comprobaran por él hasta dónde se podía llegar, especialmente hombres con buenas perspectivas de futuro, utilizándolos como cabeza de turco, saliendo siempre indemne de cualquier problema. Según Plutarco pasó de los 300 talentos3 a un capital de 7.100 talentos4 antes de partir a su campaña pártica.

Lucio Gelio Publícola
Lucio Gelio Publícola (en latín, Lucius Gellius Publicola) era un político y militar romano.
Nadie de su familia había alcanzado ninguno de los altos cargos del estado antes que él. Fue contubernalis del cónsul Cayo Papirio Carbón.1 2 El año en que fue pretor se desconoce, pero después de su pretura recibió la provincia de Acaya, con el título de procónsul, y durante su gobierno ofreció, en son de burla, su mediación entre los filósofos rivales de Atenas, para conciliar sus controversias.3 En 74 a. C. defendió la causa de M. Octavio Ligur, cuyo adversario se vio injustamente favorecido por el pretor Verres.4
En 72 a. C. alcanzó el consulado con Léntulo Clodiano, un año después del inicio del levantamiento de Espartaco. Los dos cónsules fueron asignados a la guerra contra los esclavos sublevados.
En un principio derrotó a los 20.000 esclavos rebeldes que lideraba Criso cerca del monte Garganus, en Apulia, en donde el líder rebelde perdió la vida5 y ordenó a sus hombres marchar al norte en persecución del resto de sediciosos. Con Clodiano combatiendo a Espartaco en el norte, Gelio esperaba atacar por detrás y acabar con ellos. No obstante, Clodiano cayó derrotado y Espartaco atacó a Gelio, sobre el que también alcanzó la victoria.5 A continuación, los dos cónsules unieron sus fuerzas, pero fueron derrotados nuevamente en Picenum.
Fue por esta época, en que los cónsules presentaron y hicieron aprobar una ley para ratificar las concesiones de ciudadanía que había hecho Gneo Pompeyo a Hispania.6 Otra propuesta de los cónsules fue que ningún provincial podría ser acusado de crímenes capitales en ausencia. Esta ley iba dirigida contra Verres.
El Senado decidió entonces destituir a los dos cónsules y conceder el mando a Craso. En 70 a. C. Gelio y Clodiano alcanzaron el censorado.9 y ejercieron el cargo con severidad, expulsando a muchos senadores entre los cuales estaba Gayo Antonio. Fue durante su censura que Pompeyo, que era entonces cónsul, apareció como un ecuestre común en el solemne desfile de los equites, y, entre los aplausos de los espectadores, llevó su caballo ante la silla curul de los censores, y respondió a las preguntas de rigor.
En el 67 a. C. y 66 a. C. sirvió como uno de los legados de Pompeyo en la guerra contra los piratas teniendo a su cargo el mar de Toscana. Durante la primera conspiración de Catilina se hizo un intento para apoderarse de su flota, y aunque lo pudo evitar estuvo a punto de morir. Por eso en el año 63 a. C. dio activo apoyo a Cicerón en la represión de la conspiración, y propuso que Cicerón debía ser recompensados ​​con una corona cívica. A partir de ese momento fue muy cercano del orador y del partido aristocrático.
En 59 a. C. se opuso a la ley agraria de Julio César; en el 57 a. C. se manifestó a favor de llamar del exilio a Cicerón. Todavía estaba vivo el 55 a. C., cuando Cicerón pronunció su discurso contra Pisón, pero probablemente murió poco después. Se sabe que se casó dos veces.


Quinto Hortensio
Era un orador romano y defensor.A la edad de diecinueve años hizo su primer discurso en el bar, y poco después defendió con éxito Nicomedes IV de Bitinia, uno de los dependientes de Roma en el Este, que había sido privado de su trono por su hermano. A partir de ese momento en que se estableció su reputación como defensor. A medida que el yerno de Quinto Lutacio Catulo estaba unido al partido aristocrático, los "optimates". Durante la dictadura de Lucio Cornelio Sila, los tribunales de justicia estaban bajo el control del Senado, los jueces de ser ellos mismos senadores.
A esta circunstancia, tal vez, al igual que a sus propios méritos, Hortensio pueden haber sido en deuda por gran parte de su éxito. Muchos de sus clientes eran los gobernadores de las provincias que se les acusaba de haber saqueado. Estos hombres estaban seguros de que encontrarán llevados ante un amistoso, por no decir un corrupto, un tribunal, y Hortensio, de acuerdo con Marco Tulio Cicerón no se avergonzó de acogerse a esta ventaja. Después de haber servido durante dos campañas en la Guerra Social, se convirtió en el 81 cuestor, edil en el 75, pretor en el 72, y el cónsul en 69 - En el año anterior a su consulado entró en colisión con Cicerón en el caso de Cayo Verres, y desde ese momento se perdió su supremacía en el bar.
Después de 63 Cicerón se inclinó por la facción a la que pertenecía Hortensio. En consecuencia, en los casos políticos, los dos hombres fueron a menudo participan en el mismo lado. Tras el regreso de Pompeyo desde el Este en el 61, Hortensio se retiró de la vida pública y se dedicó a su profesión. En el 50, el año de su muerte, él defendió con éxito Apio Claudio Pulcro cuando fue acusado de traición y de prácticas corruptas por Publio Cornelio Dolabella, después el hijo de Cicerón en la ley.
Ninguno de los discursos Hortensio 'están vigentes. Su oratoria, según Cicerón, era del estilo asiático, una retórica florida, mejor escuchar que leer. Tenía una memoria tenaz, y podría retener todos los puntos en el argumento de su oponente. Su acción fue muy artificial, y su manera de doblar la toga fue señalado por los actores trágicos del día. Poseía también una voz musical muy bien, que podía comandar habilidad. La gran riqueza que había acumulado pasó de espléndidas villas, parques, estanques de peces y entretenimientos costosos. Él fue el primero en introducir pavos reales como un manjar mesa en Roma. Él era un gran comprador de vino, fotografías y obras de arte. Escribió un tratado sobre cuestiones generales de la oratoria, poemas eróticos, y una Annales, que le ganó gran reputación como historiador.
Su hija Hortensia era también un orador exitoso. En el 42 se pronunció en contra de la imposición de un impuesto especial a las matronas romanas adineradas con tal éxito que parte de la misma fue remitida.
Su hijo Quinto Hortensio, un amigo del poeta Catulo, se le concedió el gobierno de Macedonia en el 44 por Julio César, antes de cambiar de lealtad a Brutus y perecer después de la debacle de la batalla de Filipos en el 42 antes de Cristo.

Marco Tulio Cicerón
nació en Arpino en el año 106 a. C. de una familia poco conocida, pero acomodada, perteneciente a la clase de los caballeros rurales. Su padre admiraba la formación griega. Realizó sus estudios superiores en Roma, donde conoció a las mentes más preclaras de su época. 
Era una persona ávida de saber, dotada de una gran inteligencia y agudeza intelectual y con pretensiones de acceder a la vida pública. 
Sus primeros pasos se dirigieron hacia la jurisprudencia, la filosofía y la retórica, realizando un viaje por Grecia para conocer la cultura helenística. En el año 77 a. C. regresó a Roma y contrajo matrimonio con Terencia, iniciando el cursus honorum al año siguiente.
Fue nombrado cuestor en Sicilia, destacando por su honradez y en el año 67 obtuvo el cargo depretor desde el cual apoyó a Pompeyo. Tres años más tarde fue elegido cónsul, consiguiendo descubrir el complot dirigido por Catilina que pretendía acabar con su vida. Con las "Catilinarias" consiguió convencer al Senado del castigo a muerte de los conspiradores.
El Triunvirato de Pompeyo, Craso y César motivaría la decadencia de Cicerón ya que fue condenado al exilio durante un año. De regreso a Roma apoyó abiertamente a Pompeyo, provocando el enfrentamiento con César que le llevó a retirarse a Brindisi.
La muerte de César le acercó de nuevo a la política al escribir contra Antonio sus "Filípicas" en memoria de Demóstenes, entrando en la lista de proscritos durante el Segundo Triunvirato. Antonio dirigió contra él a sus sicarios, que le dieron muerte cerca de Fornia.
No le fue fácil acceder a las magistraturas (los nobiles lo miraban con cierto desprecio como homo novus que era), pero lo hizo, y además, suo anno, de lo que no tenía reparos en vanagloriarse.

Retórica
Cicerón escribió varios tratados de retórica en los que recopilaba todos los conocimientos que había adquirido estudiando la retórica griega e investigando la historia de la oratoria romana, junto con los que había extraído de su experiencia personal como abogado y estadista.
En De oratore (acerca de la formación del orador) y Orator (retrato del orador ideal) enumera las cualidades innatas que debe reunir un orador: figura, tono de voz, memoria, etc.; a ellas debe añadirse una formación que abarque todos los campos del saber: leyes, historia, filosofía, literatura, etc., y el conocimiento de las técnicas del discurso.
En Brutus, obra que recibe el nombre de la persona a la que va dedicada, Cicerón reconstruye la historia de la elocuencia griega y romana.
En De optimo genere oratorum trata acerca del mejor tipo de elocuencia.
En las Partitiones oratoriae se refiere a las divisiones de los discursos.
En Tópica trata sobre los lugares comunes de los discursos.

Discursos
Cicerón puso en práctica sus principios sobre retórica en sus propios discursos, que, publicados en gran número, se convirtieron en obras literarias. Sus secretarios los tomaban taquigráficamente, y después él los retocaba a su conveniencia (aunque de algunos se sabe que nunca llegaron a ser pronunciados).
Es en los discursos donde más brilla el genio de Cicerón; gracias a la maestría demostrada en ellos, llegó a la cumbre de la política romana de su tiempo. Se conservan más de cincuenta.

Discursos judiciales. Predominan los de defensa: en favor de amigos, protegidos o simples clientes (Pro Archia poeta, Pro Roscio, Pro Murena, Pro Milone...); pero también los hay de acusación: por ejemplo, los discursos In Verrem (Contra Verres, un propretor de Sicilia acusado de abusos y corrupción), conocidos con el título de Verrinas.

Discursos políticos. Fueron pronunciados ante el Senado o ante la Asamblea del pueblo. Destacan las Catilinarias, serie de cuatro discursos famosísimos con los que consiguió abortar la conjura de Catilina durante el año del consulado de Cicerón ( 63 a. C.), y las Filípicas, 17 discursos con los que intentó frenar la subida al poder de Marco Antonio (antiguo lugarteniente de César) y que serían la causa de su muerte.

Filosofía
Las obras filosóficas ocuparon los últimos años de su vida. Cicerón expone y analiza el pensamiento de la mayoría de las escuelas filosóficas griegas, en especial la Academia (Platón), el Liceo (Aristóteles), y la Estoa (estoicos). Sus inclinaciones personales, dentro de su carácter ecléctico, parecen dirigirse hacia el escepticismo académico, mostrándose combativo frente al epicureísmo.
Aunque también asimiló obras de otros pensadores, fue de Platón de quien tomó los títulos, los temas y la forma dialogada para sus tratados políticos De republica y De legibus. En el primero propugna como mejor sistema político el resultante de la fusión de la monarquía, la oligarquía y la democracia; en el segundo trata sobre el derecho natural, las leyes sagradas y el orden estatal, así como sobre las funciones propias de los magistrados.
La forma dialogada será la que adopte para el resto de su obra filosófica, compuesta en aquellos momentos en que se encontraba alejado de la política.

El esfuerzo de Cicerón por crear un vocabulario apto para la expresión de temas filosóficos, adaptando muchos términos griegos, sirvió para enriquecer la lengua latina. Además de su valor literario de primer orden, hay que considerar que gracias a las obras filosóficas de Cicerón se conoce el pensamiento de filósofos importantes de su época cuya obra original se ha perdido.    


 Pompeyo
(Cneo Pompeyo Magno o el Grande; ?, 106 - Pelusio, Egipto, 48 a. C.) Militar y político romano. Perteneciente a la gens plebeya de los Pompeyos, su padre había sido cuestor, pretor y cónsul. Con él se había formado como militar. Durante las guerras civiles de Roma, formó un ejército propio, que puso al servicio de Sila, derrotando a los partidarios de Mario en Sicilia y en África (83 a. C.); y cuando el partido popular pareció revivir bajo la dirección de Lépido, Pompeyo se encargó de derrotarlo en Etruria (77).
 Luego fue enviado a Hispania, en donde aplastó la rebelión de Sertorio (77-71); y, al regresar a Italia, acabó con los restos de la rebelión de esclavos encabezada por Espartaco. Ejerció el Consulado con Craso en el 70. Luego recibió plenos poderes por tres años para limpiar de piratas el Mediterráneo (67). Se le renovó el mando en el 66 para dirigir la guerra contra el rey del Ponto, Mitrítades, al cual derrotó; ello le permitió reorganizar los dominios romanos en Asia, incorporando Silia, Cilicia y el Ponto como provincias (64) y creando a su alrededor una protección de Estados vasallos.
Sin embargo, el Senado se opuso a sus ambiciones de poder y no ratificó las medidas que había tomado. Pompeyo tuvo que aceptar la formación de un triunvirato, compartiendo el poder con  Julio Césary con Craso (60), con un reparto territorial que le otorgaba el mando en Hispania. Pompeyo pudo así realizar su proyecto de repartir tierras a los veteranos licenciados del ejército.
Tras la muerte de este último en la guerra contra los partos, y estando César ocupado en la conquista de las Galias, el Senado nombró a Pompeyo cónsul único para restablecer el orden en la ciudad contra los motines de los mercenarios (52). César regresó a Roma dispuesto a hacerse con el poder, mientras el Senado encargaba a Pompeyo la defensa de la República (49); estalló así la guerra abierta entre ambos, que favoreció a César.
Pompeyo y sus partidarios huyeron a Grecia, donde fueron definitivamente derrotados en la batalla de Farsalia. Pompeyo consiguió huir y refugiarse en Egipto; pero hasta allí le persiguió César, provocando la Guerra Alejandrina (48-47 a. C.), que hizo subir aCleopatra al Trono de los faraones. Antes incluso de alcanzar la costa egipcia, Pompeyo murió asesinado por el tribuno Lucio Septimino.  


Julio César
(Cayo Julio César) Militar y político cuya dictadura puso fin a la República en Roma (Roma, 100 - 44 a. C.). Procedente de una de las más antiguas familias del patriciado romano, los Julios, Cayo Julio César fue educado esmeradamente con maestros griegos.
Julio César pasó una juventud disipada, en la que empezó muy pronto a acercarse al partido político «popular», al cual le unía su relación familiar con Mario. Se ganó el apoyo de la plebe subvencionando fiestas y obras públicas. Y fue acrecentando su prestigio en los diferentes cargos que ocupó: cuestor (69), edil (65), gran pontífice (63), pretor (62) y propretor de la Hispania Ulterior (61-60).
De regreso a Roma, Julio César consiguió un gran éxito político al reconciliar a los dos líderes rivales, Craso y Pompeyo, a los que unió consigo mismo mediante un acuerdo privado para repartirse el poder formando un triunvirato y así oponerse a los optimates que dominaban el Senado (60).
El triunvirato fue fortalecido por el Convenio de Luca (56), que aseguraba ventajas para cada uno de sus componentes; pero respondía a un equilibrio inestable, que habría de evolucionar hacia la concentración del poder en una sola mano. Craso murió durante una expedición contra los partos (53) y la rivalidad entre César y Pompeyo no encontró freno una vez muerta Julia, la hija de aquél casada con éste (54).
Entretanto, César se había lanzado a la conquista del resto de las Galias, que no sólo completó, sino que aseguró lanzando dos expediciones a Britania y otras dos a Germania, cruzando el Rin. Con ello llegó a dominar un vasto territorio, que aportaba a Roma una obra comparable a la de Pompeyo en Oriente.
El prestigio y el poder alcanzados por César preocuparon a Pompeyo, elegido cónsul único en Roma en medio de una situación de caos por las luchas entre mercenarios (52). Conminado por el Senado a licenciar sus tropas, César prefirió enfrentarse a Pompeyo, a quien el Senado había confiado la defensa de la República como última esperanza de salvaguardar el orden oligárquico tradicional.
Asesinado Pompeyo en Egipto, César prosiguió la lucha contra sus partidarios. Primero hubo de vencer al rey del Ponto, Pharnaces, en la batalla de Zela (47), que definió con su famosa sentencia veni, vidi, vici («llegué, vi y vencí»); luego derrotó a los últimos pompeyistas que resistían en África (batalla de Tapso, 46) y a los propios hijos de Pompeyo en Hispania (batalla de Munda, cerca de Córdoba, 45). Vencedor en tan larga guerra civil, César acalló a los descontentos repartiendo dádivas y recompensas durante las celebraciones que organizó en Roma por la victoria.
Julio César murió asesinado en una conjura dirigida por Casio y Bruto, que le impidió completar sus reformas; no obstante, dejó terminadas algunas, como el cambio del calendario (que se mantuvo hasta el siglo XVI), una nueva ley municipal que concedía mayor autonomía a las ciudades o el reasentamiento como agricultores de las masas italianas proletarizadas; todo apuntaba a transformar Roma de la ciudad-estado que había sido en cabeza de un imperio que abarcara la práctica totalidad del mundo conocido, al tiempo que se transformaba su vieja constitución oligárquica por una monarquía autoritaria de tintes populistas; dicha obra sería completada por su sobrino-nieto y sucesor, Octavio Augusto. 


Marco Junio Bruto
(en latín Marcus Iunius Brutus Caepio; circa 85 a. C. - 23 de octubre del 42 a. C.), político y militar romano de la etapa final de la República. Fue uno de los líderes de los conspiradores que planearon y ejecutaron el asesinato de Julio César en los idus de marzo del 44 a. C. Era el sobrino de Catón el Joven. No debe ser confundido con Décimo Junio Bruto Albino, otro pariente de la familia de los Brutos que también participó en el complot.
Trasfondo[editar · editar fuente]
Bruto era hijo de Marco Junio Bruto senior, un político poco importante y Servilia Cepionis, hermanastra de Catón el Joven y amante de Julio César. Algunas fuentes hablan de la posibilidad de que César fuera su verdadero padre, aunque probablemente no se trate más que de un rumor sin fundamento, ya que César tenía quince años cuando nació Bruto, y la relación con su madre empezó diez años después.
El tío de Bruto, Quinto Servilio Cepión, hijo a su vez de Quinto Servilio Cepio el joven, lo adoptó cuando era joven y Bruto añadió el cognomen Cepión a su nombre durante un período desconocido. Su carrera política empezó cuando se convirtió en asistente de su tío Catón, al que tenía en gran estima, durante el periodo en el que este último fue gobernador de Chipre. En esa época, Bruto se enriqueció prestando dinero a altos intereses. Desde su aparición en el Senado, se alineó con la facción conservadora (optimates) en contra del Primer Triunvirato de Marco Licinio Craso, Cneo Pompeyo Magno y Julio César. Pompeyo había asesinado al padre de Bruto en el año 77 a. C., durante las proscripciones de Sila.
Cuando estalló la guerra civil en 49 a. C. entre Pompeyo y César, Bruto se alineó junto con su antiguo enemigo y líder actual de los optimates, Pompeyo. Después del desastre de la batalla de Farsalia, Bruto escribió a César pidiendo clemencia, y éste le perdonó inmediatamente. César le aceptó entre sus seguidores más cercanos y le hizo gobernador de la Galia cuando fue a África persiguiendo a Catón y a Metelo Escipión. Al año siguiente (45 a. C.), César le nominó al cargo de pretor.

Tras el asesinato, se demostró que la ciudad de Roma estaba contra los conspiradores, ya que la mayor parte de la población amaba a César, de hecho la asamblea le había otorgado los poderes como después lo haría con Augusto. Marco Antonio, lugarteniente de César, decidió aprovecharse de la situación y el 20 de marzo habló airadamente de los asesinos en el elogio fúnebre de César. A partir de entonces Roma dejó de ver a los conspiradores como salvadores de la República y fueron acusados de traición. Bruto y sus compañeros huyeron hacia Oriente. En Atenas Bruto se dedicó a obtener fondos para financiar un ejército para la guerra que se aproximaba. Octavio, sobrino y heredero de César, y Marco Antonio marcharon con sus ejércitos contra Bruto y Casio. Ambos ejércitos se encontraron en la doble batalla de Filipos (42 a. C.). Después del primer encuentro, Casio se suicidó, y tras el segundo encuentro, ya derrotado, Bruto huyó con los restos de su ejército. A punto de ser capturado, Bruto se suicidó arrojándose sobre su espada. Marco Antonio honró a su enemigo caído, declarándole el romano más noble. Mientras que otros conspiradores actuaron por envidia y ambición, Bruto creyó que actuaba por el bien de Roma. 


Lucio Anneo Séneca
Nació el 4 a.C. en Corduba hoy Córdoba, España. Su padre fue el retórico romano Marco (Lucio) Anneo, más conocido como Séneca el Viejo.
Se educó en Roma donde recibe amplia educación, ejercerá como abogado y después de ser nombradoCuestor ingresa en el Senado Romano. Se casó dos veces, la segunda con Pompeya Paulina. Sus dotes oratorias atrajeron las envidias del emperador Calígula que se consideraba el mejor orador del Imperio, y sólo se libró de morir por la tisis que padecía que hicieron pensar que viviría poco.
Después de cursar estudios de Retórica y Filosofía en Roma, Séneca, esta profundamente influido por las enseñanzas de los estoicos, cuya doctrina desarrollaría en lo sucesivo. En el año 49 d.C. Séneca se convirtió en pretor y es designado tutor de Nerón, hijo adoptivo del emperador Claudio. Cuando muere Claudio, en el 54, Nerón es el nuevo emperador. La moderación de los cinco primeros años de su mandato fueron en gran medida resultado de la influencia de Séneca y Sexto Afranio Burro (muerto en el año 62), jefe de la guardia pretoriana. Hacia el año 62, Séneca pierde su influencia sobre el emperador. Después de la muerte de Agripina, Nerón se entregó a toda clase de excesos y pronto mostró despego hacia su maestro. La gran fortuna que Séneca había logrado acumular despertó los celos de Nerón, que intentó infructuosamente envenenarlo. Apartado de la vida pública, Séneca se dedicó plenamente a escribir y a estudiar filosofía.
En el año 65 se vio involucrado en una conspiración para asesinar a Nerón, liderada por el plebeyo Cayo Calpurnio Pisón. Por orden del emperador, se suicidó el 65 d.C. en Roma después de un banquete conversando tranquilamente con algunas personas mientras salía sangre de sus venas. Su esposa Paulina quiso imitar su ejemplo y suicidarse también, pero el emperador no lo permitió y ordenó que se le restañasen las heridas.  


Marcus Fabius Quintilianus
Marcus Fabius Quintilianus (Marco Fabio Quintiliano), c.35-c.95, es un retórico que nació en Calagurris (actual Calahorra) en Hispania. Estudió en Roma donde primero ejerció de abogado, pero se le conoce por haber sido profesor de Retórica. Se le nombró profesor oficial de la materia, con sueldo procedente de los fondos públicos. Uno de sus alumnos fue el orador romano Plinio el Joven. Tras ejercer durante veinte años como abogado y profesor, se retiró para dedicarse a escribir.
Su fama actual le viene de Institutio Oratoria (c. 95 d.C.), gran obra redactada en doce volúmenes. En los dos primeros libros, Quintiliano trata la educación elemental tal y como se organizaba en la Roma de su tiempo y estudia los métodos para la formación básica en el campo de la Retórica. Dedica los nueve libros siguientes a los fundamentos y técnicas de la Oratoria. El Libro X es el más conocido; en él aconseja la lectura como elemento fundamental en la formación de un orador y contiene un famoso estudio sobre las personas que escribieron en griego y latín. El último libro presenta el conjunto de cualidades que debe reunir quien se dedique a la Oratoria, tanto en lo referente al carácter como a la conducta.  

Marco Antonio el Orador 
Político romano de la República Romana. Pertenecía a la gens Antonia, siendo uno de los más distinguidos oradores de su época y de la historia romana.
Nació en el año 143 a. C. Padre de Marco Antonio Crético y Gayo Antonio Híbrida, además de abuelo de Marco Antonio, sobrino de Julio César.

Su oratoria
Marco Antonio fue reconocido en la antigua Roma, como gran orador y excelente luchador de las palabras. La pareja de oradores formada por Marco Antonio y Lucio Licinio Craso dominó el foro romano en los últimos años del siglo II.

Carrera política y militar
Su carrera política comenzó en el 113 a. C al ser nombrado cuestor y nueve años más tarde, en el 104 a. C, al ser elegido como pretor, incluyendo potestad proconsular de la región de Cilicia. Durante su mandato luchó contra los piratas del Mediterráneo con gran éxito, obteniendo reconocimiento del Senado. Fue elegido cónsul en el 99 a. C junto con Aulo Postumio Albino. Rapidamente se opuso a los seguidores de Lucio Apuleyo Saturnino,especialmente a la ley agraria propuesta por el tribuno Sexto Titio. Elegido como censor en el 97 a. C, donde fue acusado de malversación, pero fue absuelto al no probársele los cargos expuestos por Marco Duronius.
En la guerra social de 90 a. C tomó parte en la conducción de una parte del ejército romano que participó en ella.

Muerte

Durante el conflicto entre Mario y Sila, Marco Antonio apoyó a Sila. El apoyo brindado a Sila, le costó la vida, pues cuando Mario y Lucio Cornelio Cina tomaron Roma en el 87 a. C, ejecutaron a todos los seguidores de su rival, incluyendo a Antonio. El comandante Publio Anio le cortó la cabeza y lo trajo a Cayo Mario, quién la colocó en la rostra.

Fuentes:
http://www.biografiasyvidas.com/biografia/d/demostenes.htm http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Marcus_Licinius_Crassus_Louvre.jpg http://es.wikipedia.org/wiki/Lucio_Gelio_Publ%C3%ADcola http://centrodeartigos.com/articulos-de-todos-los-temas/article_20310.html http://www.profesorenlinea.cl/biografias/Ciceron.htm http://www.biografiasyvidas.com/biografia/p/pompeyo.htm http://www.biografiasyvidas.com/biografia/c/cesar.htm http://es.wikipedia.org/wiki/Marco_Junio_Bruto http://www.buscabiografias.com/bios/biografia/verDetalle/2101/Lucio%20Anneo%20Seneca
http://www.ecured.cu/index.php/Marco_Antonio_el_Orador

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